Fue funcionaria nacional durante casi dos años, por un cargo que le creó la entonces presidenta.
Un decreto firmado por su suegra, la entonces presidenta Cristina Kirchner, la depositó en el Gobierno nacional en 2014. Le habían creado un cargo en el Ministerio de Salud. Durante ese tiempo, Rocío García, la esposa de Máximo Kirchner, nunca presentó sus declaraciones juradas. Su patrimonio es un misterio.
Mediante el decreto 1057/2014, Rocío García había sido designada como Coordinadora de Articulación Local de Políticas Socio Sanitarias para el ámbito de la ciudad de Río Gallegos. Su sueldo era abonado por Ministerio de Salud de la Nación.
La mujer de Máximo estaba obligada a presentar sus declaraciones juradas, pero no lo hizo. El dato acaba de ser confirmado por la Oficina Anticorrupción ante un pedido de informes de la diputada Margarita Stolbizer. “Según nuestros registros la Dra. Garcia adeuda a la fecha la presentación de las declaraciones juradas INICIAL 2014, ANUAL 2014 y BAJA 2015”, dice la nota firmada por el director de Planificación de Políticas Transparencia de la OA, Nestor Baragli.
