La organización integrada por «los flacos» le respondió a la Central Obrera y manifestó que «obstaculiza el avance de la clase trabajadora y el empleo formal».
Tras el comunicado emitido por el consejo directivo de la CGT, en el que reclaman al Gobierno “medidas urgentes” por la difícil situación económica que atraviesan los trabajadores en el país, la Confederación de Trabajadores y Empleadores (CTE), la organización de sindicatos y pymes integrada por los denominados “flacos”, salieron al cruce de los “gordos”.
“El 120% de inflación, el 40% de pobreza, los seis millones de trabajadores en negro (la mitad del total) y un peso sin valor, prueban el fracaso del modelo sindical / empresarial argentino”, empieza el comunicado de la CTE.
“La CGT emitió un comunicado instando al “consenso político, económico y social” en el que analiza las variables socioeconómicas como si fuera un espectador, olvidando que es protagonista y también responsable de esta catástrofe laboral”, continúa.
Para la CTE, “estas autoridades de la CGT, que son las mismas que estaban en el gobierno anterior (y en el otro), culpan al empresariado por la suba de precios, pero piden subsidios y emisión que genera más inflación. Esta CGT critica a los demás pero se niega a modernizarse y, con esa postura rígida, obstaculiza el avance de la clase trabajadora y el empleo formal”.
También remarca que “la Argentina es el país con más denuncias ante la Organización Internacional del Trabajo por falta de libertad sindical. Esta CGT solo defiende a los que tienen trabajo, convalida que los policías monotributen, que los enfermeros estén precarizados profesionalmente, que los trabajadores del delivery carezcan de sindicato y convenio, y que los jubilados sigan empobrecidos por carecer de representación”.
“Los flacos” sostienen que solo el 28% de los trabajadores está agremiado “y los sindicalistas tienen muy mala imagen, por eso urge la necesidad de cambiar”.
Por último, proponen “bajar los impuestos, acelerar las habilitaciones, modernizar los convenios colectivos y cambiar las indemnizaciones por seguro de desempleo”. “Hay que volver a trabajar y cambiar el monopolio sindical por un sindicalismo que le sume responsabilidades a los derechos laborales. Hay que terminar con la grieta entre los que trabajan y los que cobran sin trabajar”, aseguran.
Finalmente, dieron a conocer diferentes puntos denominados “bases para una política laboral”, con evolución sindical y registración laboral:
Existe la necesidad de reducir el desempleo y el empleo informal, por medio del aumento de la producción y la empleabilidad, para lo cual deben aplicarse políticas activas en el mercado laboral, eficaces y bien focalizadas, mejorando las competencias laborales y aumentando los recursos disponibles de los servicios de empleo, de manera que quienes buscan trabajo reciban apoyo adecuado, asegurando la calidad del servicio prestado y el respeto del derecho del trabajador. Hay que establecer entornos normativos favorables y propicios a la generación de empleo a través de la creación y el desarrollo de empresas sostenibles.
Argentina perdió la capacidad de generar empleo y hay menos inversión y registración laboral, crecimiento exclusivo del empleo público y el monotributo, y casi ocho millones de trabajadores informales, con bajos ingresos y sin cobertura de salud y previsional. Con las medidas adoptadas en pandemia se perdieron setecientos mil empleos y medio millón de personas dejaron de buscar trabajo, dejando cerca de un millón de desempleados que recurren a la asistencia estatal, cargando aún más el gasto público y aumentando el déficit que impacta negativamente en la economía.
Ponemos en discusión las siguientes áreas de trabajo para generar empleo:
1. Simplificar las habilitaciones.
Debe dividirse en 3 categorías la habilitación de establecimientos: 1) los de habilitación inmediata, solo requieren cuit y seguro, por ejemplo: kioscos, zapaterías, cerrajerías y verdulerías; 2) los de habilitación intermedia, además requieren cumplir requisitos de higiene y frío, por ejemplo: panaderías, rotiserías, hoteles, bares y restaurantes; y 3) los de habilitación lenta, deben cumplir con las exigencias técnicas de la actividad, por ejemplo: estacionamientos, clínicas y farmacias.
2. Facilitar las altas y bajas a la registración laboral.
Con el objetivo de impulsar la registración laboral, de disminuir la conflictividad, de economizar y de facilitar la contratación de trabajadores se simplificarán los trámites en línea reduciendo los requisitos para lograr una formalización rápida y segura. Impulsar el emprendedurismo y reconocer al trabajador como dador de empleo.
Premiar con la reducción de impuestos a los emprendedores con decisión e iniciativa para crear empresas, y reconocer que un trabajador independiente puede contratar una o dos personas, como es el caso del albañil, pintor, electricista o instalador que suma temporalmente a dos o tres compañeros para realizar un tarea determinada.
3. Bajar los impuestos.
Hay bajar los impuestos progresivamente a los empleadores que contratan más personal y promover el pago de cargas sociales a cuenta de otros gravámenes para premiar la registración e impulsar la demanda efectiva de personal. Se debe apoyar la creación de empleo en todos los sectores de la economía, reconociendo el efecto multiplicador de los esfuerzos focalizados. Deben eliminarse los incentivos a la informalidad como blanqueos y moratorias que desestimulan el pago de tributos, se bonificarán los pagos a término o adelantados, y se capacitará y fortalecerá la fuerza de fiscalización.
4. Modernizar los convenios colectivos de trabajo.
La actualización de los convenios colectivos implica incorporar las nuevas formas de trabajo, reconocer las diferentes realidades regionales -cuyos costos de vida difieren-, segmentar el acuerdo laboral a diferentes tamaños de empresas, mejorar la calidad del empleo y facilitar el paso de los planes sociales al trabajo registrado. La indemnización del trabador puede incorporarse al convenio como un seguro de desempleo, garantizando su pago al trabajador sin perjudicar la economía del empleador. Hay que limitar o evitar la pérdida de puestos de trabajo y apoyar a las empresas para que puedan conservar su fuerza de trabajo, por medio de los mecanismos de la negociación colectiva, incluyendo el trabajo compartido y el desempleo parcial.