La nueva mayoría parlamentaria se impuso con la voluntad de 358 diputados que votaron a favor y 234 en contra.
La nueva mayoría conservadora en el Parlamento de Gran Bretaña aprobó el plan de Brexit con la voluntad de 358 diputados que votaron a favor y 234 en contra.
El nuevo texto consagra la prohibición de solicitar una nueva prórroga y debe recorrer el resto de los trámites parlamentarios a comienzos de año para convertirse en realidad el próximo 31 de enero.
Downing Street decidió además eliminar de la ley el compromiso de que los derechos de los trabajadores británicos mantendrán su equiparación con los de los de la UE.
«Se trata de dar a cada cuestión el vehículo legislativo correspondiente», sostuvo el ministro para el Brexit, Steven Barclay, en la cadena TalkRadio.
En tanto, agregó: «Ya hemos anunciado otras leyes en el Discurso de la Reina [el texto con las líneas maestras del nuevo Gobierno, que Isabel II leyó este jueves en el Parlamento] que contemplan los derechos laborales. Y a menudo, el Reino Unido ha ido más lejos en su protección que la propia UE».
Por su parte, la oposición laborista, diezmada en las elecciones generales del 12 de diciembre, votó en contra de la ley, pero no extendió innecesariamente un debate que no tenía ni fuerzas ni unidad para afrontar.
«Esta ley será un ariete que nos empujará hacia el camino de una mayor desregulación, y hacia un acuerdo tóxico con Donald Trump para privatizar nuestro Servicio Nacional de Salud (NHS, en sus siglas en inglés) y encarecer el precio de las medicinas. Seguimos convencidos de que existe un modo mejor y más justo de que el Reino Unido abandone la UE», señaló Jeremy Corbyn.
