El jefe de Gabinete sostuvo en el Senado que la meta del 3% bajará al 1% en el pronóstico del Gobierno para el 2018.
Otro round de Marcos Peña en el Senado. Este miércoles, el jefe de Gabinete brindó un nuevo informe de gestión y afirmó que la economía crecerá en 2018, “aunque en un número inferior a la estimación oficial”.
“A pesar del muy buen desempeño de la economía en el primer trimestre del año, revisamos a la baja el pronóstico de crecimiento para el 2018 del 3% a alrededor del 1%”, sostuvo el funcionario nacional al abrir su exposición.
La mano derecha del presidente resaltó que este recorte se debe a “tres factores que complicaron nuestra economía en los últimos meses”: “La sequía, la más intensa en años, que condujo a una fuerte caída en la producción agrícola y en los ingresos por exportación; la suba mundial del precio del petróleo y, especialmente, una fuerte volatilidad en los mercados financieros internacionales impulsada por la suba de tasas de intereses en Estados Unidos”, precisó.
Admitió además que “el impacto más fuerte de la sequía lo veremos este trimestre, cuando el peso del sector agropecuario en la economía es mayor. En términos económicos, implicó la pérdida de algo más de un punto del PBI”.
Sobre el alza en el precio internacional del petróleo, dijo que “tuvo un impacto negativo considerable en la economía, precipitó subas en los combustibles mayores a las esperadas y esto generó presiones inflacionarias en los primeros meses del años”.
Sobre el tercer punto, señaló que “la volatilidad internacional presionó sobre nuestra moneda, generó ansiedad en el mercado sobre la renovación de Lebacs del Banco Central e incrementó nuestra prima de riesgo soberano”. En este contexto, subrayó- “decidimos preventivamente solicitar la asistencia financiera del FMI para minimizar las turbulencias sobre nuestra economía”.
En otro tramo de su discurso, señaló que “la convergencia más rápida al equilibrio fiscal se hará prestando atención especial a seguir protegiendo a los sectores más vulnerables. En este sentido, el acuerdo con el FMI es innovador, ya que cuenta con una salvaguarda para aumentar el gasto social en caso de que las condiciones así lo requieran”.