La Justicia de Mendoza consideró que el adolescente era maduro sexualmente y que la relación fue consentida. El fiscal pidió la absolución e ironizó con la «suerte» del chico.
Una maestra particular que tuvo un hijo con un alumno de 14 años (ella tenía 23), fue declarada inocente por la justicia mendocina por entender que el alumno era «maduro sexualmente» y que fueron relaciones «consentidas y con el aval de parte de la familia del adolescente».
Según los investigadores, la relación fue consentida por familiares del adolescente. Cuando esta se rompió y la maestra abandonó al chico para formar pareja con otro hombre, fue denunciada por estupro. El chico tiene ahora 17, la maestra, 26, y la hija de ambos, dos.
La maestra y el chico se conocían por sus familias. Los padres del menor le pidieron a la mujer que fuera a darle clases particulares, como apoyo escolar. Así empezó la relación.
«Los adolescentes de entre 13 y 16 años pueden prestar consentimiento siempre y cuando no exista aprovechamiento por parte del mayor (articulo 120). Acá pudimos comprobar que había madurez sexual del adolescente», detalló el fiscal Oscar Sívori.
En el proceso judicial, ambos fueron sometidos a estudios psiquiátricos y en el caso del chico, al procedimiento de cámara Gesell. «Pude observar que no había aprovechamiento de la inmadurez. Hubo un enamoramiento del chico. Él se lo había contado a un familiar, al abuelo, que lo había incitado a seguir y le dijo aprovecha es una cuestión de hombres», aseguró el fiscal.
«Entendí que fue una joven que se equivocó», dijo Sívori al fundamentar por qué pidió la absolución de la maestra. «¡Después de que al adolescente le permitieron concretar una relación con alguien 8 o 9 años mayor, la responsable es la mujer!», ironizó.
«Cuando termina la relación y ella se va con una nueva pareja, aparece la denuncia. Hay mucha emoción encontrada y situación de despecho por parte de la familia del chico. Él sigue enamorado de la maestra», concluyó el fiscal.