Mientras la búsqueda no cesa, el titular de la ANAC, Pedro Irigoin, afirmó que el rastrillaje se vio afectado por el mal clima.
El avión Mitsubishi biturbo con matrícula LV MCV, en la que viajaban Matías Ronzano, Emanuel Vega y el empresario Matías Aristi, todavía no aparece. En la tarde del lunes pasado despegó desde el Aeródromo de San Fernando y se esfumó de los radares en pocos minutos. Tenía como destino la provincia de Formosa.
Especialistas en siniestros aeronáuticos, aseguran que la búsqueda es cada vez más complicada. Aún después de la ampliación de las zonas de rastrillaje, el mal clima de los últimos días afectó los operativos.
«La búsqueda es muy difícil. La verdad es que la alternativa más difícil para encontrarlo es el agua. Los aviones tienen una baliza para estos casos, que se activa y uno recibe señales para poder identificar dónde se ubica exactamente. Cuando caen en tierra es un elemento muy importante de hallazgo, pero cuando está sumergido en el agua, no podemos recibir esa señal», indicó Pedro Irigoin, responsable de la ANAC, en diálogo con Radio La Red.
«Desde que se activó el programa hasta hoy el despliegue fue total. Fue un trabajo muy profesional por gente muy capacitada. Se usaron todos los medios tecnológicos, apoyados por toda la fuerza de seguridad y aviación civil, pese a que por la voluntad y preocupación, hubo intenciones de hacer búsquedas por su cuenta. Hasta que se reflexionó y se pusieron bajo las órdenes de este grupo», añadió.