La comisión episcopal de Pastoral Carcelaria de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA) se ofreció para armar una «mesa de diálogo» para «buscar caminos posibles» de solución.
La comisión episcopal de Pastoral Carcelaria de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA) expresó su «dolor y gran preocupación», tras la violenta protesta que llevaron a cabo los presos en la cárcel de Devoto en el día de ayer durante varias horas en reclamo de excarcelaciones ante la pandemia de coronavirus. En estos momentos la situación está en plena etapa de negociaciones entre la Justicia y los presidiarios.
En una declaración difundida en las últimas horas, llamada “Acuérdense de los que están presos” (Carta a los Hebreos 13, 3), la Iglesia denunció el «hacinamiento en que se vive hace años» dentro de los penales, y reclamó un «pronto tratamiento» y «medidas extraordinarias» de todos los poderes del Estado ante la situación de detenidos que integran los grupos de riesgo.
«Con dolor, gran preocupación y apoyados en la oración como pastores del Pueblo de Dios volvemos a ofrecernos, como en tantas mesas de diálogo, para buscar juntos caminos posibles ante esta emergencia sanitaria; sobre todo para con los más desprotegidos y vulnerables», señaló en su mensaje, la comisión episcopal.
Tras los violentos incidentes de ayer, la Iglesia indicó que «las cárceles y complejos penitenciarios son uno de los ámbitos que en esta situación merecen mayor cuidado y atención, no sólo por ser espacios de encierro sino, y sobre todo, por el hacinamiento en que se vive hace años».
«La pandemia del Covid-19 en toda sociedad golpea a todos por igual, sin distinción. Y al mismo tiempo pone en evidencia las deficiencias y precariedades ya existentes en una comunidad concreta. Nuestro país en distintos órdenes y estamentos refleja grandes contradicciones y carencias que si bien no son nuevas, a medida que no se asumen y enfrentan, agudizan y deterioran notablemente el tejido social», advirtió la comisión episcopal en su declaración.
Y agregó: «Las situaciones de violencia, abandono, indiferencia, egoísmo, olvido y división provocan lesiones casi mortales en una sociedad como la nuestra que ya no soporta más atropellos a los derechos humanos».
También se manifestaron sobre «la sobrepoblación carcelaria» en las que existen los «presos sin condenas, las personas a las que se le debería dar un tratamiento penal alternativo fuera de la cárcel, dado que padecen enfermedades graves o terminales, o son mujeres embarazadas, o personas con capacidades diferentes, o de adultos de edad avanzada previstos en la ley» así como «personas con problema de droga, en su gran mayoría jóvenes, que necesitan un ambiente distinto a lo que le ofrece la cárcel”.
«Hoy este llamado apremia por los grupos de riesgo ante esta pandemia, los mayores de 65 años y los que tienen patologías previas muy letales combinadas con el Covid-19», agregaron desde el organismo eclesiástico.
Finalmente, sostuvieron que «ante hechos inéditos se hace más urgente el cambio y el adoptar medidas extraordinarias ya sea de parte del Estado, no solo el poder judicial y la seguridad, sino todos los poderes del Estado, como así también la sociedad en su conjunto que deberá acoger y brindar protección a aquellos que deban realizar responsablemente el aislamiento social necesario con las medidas establecidas por el propio Estado para seguridad de todos».