Dos helicópteros y un grupo de perros rastreadores buscan a Sheila Ayala. Las dos hipótesis de los investigadores incluyen narcotráfico y una guerra entre padres.
Una niña de 10 años está siendo buscada desde el último domingo en el distrito bonaerense de San Miguel, y la madre culpó al padre por la desaparición.
Yanina, madre de Sheila Ayala, la menor que está siendo buscada, dijo que el padre de la nena no hizo la denuncia de la desaparición y estaba «borracho» en el momento en el que llegó al lugar la Policía.
Por otro lado, en declaraciones a Crónica TV, la mujer consideró que su hija está aún con vida, que se la llevó un «conocido», y especuló con que podría haber sido el propio padre.
Además, Yanina aseguró que no es su hija la nena que aparece en el registro de una cámara de seguridad de la zona mientras camina con una mujer.
«La nena que se ve en el video no es Sheila. Mi hija no usa esa ropa. Ella usa calzas, es más alta y no tiene el pelo tan largo», expresó.
También negó tener alguna vinculación con la persona que se ve en las imágenes con la niña.
La nena desapareció el pasado domingo por la tarde mientras jugaba con una amiga en la casa de su padre, en Maestro Ferreyra al 100, de la localidad de Trujui.
Una de las hipótesis que manejan los investigadores es que una persona conocida la llamó, y la nena se fue con ella por un portón de la casa que quedó abierto.
En el momento de la desaparición, Sheila, que tiene tez trigueña y cabello oscuro, vestía una remara violeta, un pantalón negro con estrellas rosadas y ojotas marrones.
En el caso, a partir de la denuncia presentada el domingo, interviene la comisaría tercera de San Miguel y la Unidad Funcional de Instrucción y Juicio N° 20 Descentralizada de Malvinas Argentinas.
«No se la pudo tragar la tierra, algo pasó. Quiero que aparezca», clamó Yanina, mientras que puso en evidencia una de sus sospechas: «Acá hay una red de trata y nadie me dice nada».
Por otro lado, la mujer negó las versiones sobre la causa por la cual la tenencia de la nena es ostentada por su marido: «No tengo causas penales, ni deudas pendientes con la Justicia», dijo al respecto.
En tanto, trascendió que el perro Bruno de la Policía Bonaerense que participa de los rastrillajes, marcó la casa de la madre como el último lugar en el que estuvo la nena. .
Por su parte, Alejandra, pareja del padre de Sheila, dijo que la familia de la nena fue a atacar la vivienda y a amenazarlos.
«Acá vino la Policía y revisó todo. La nena no está acá. Es mentira todo lo que dicen de nosotros. Mi marido no consume ni traslada droga, y nadie la prostituyó», sostuvo la mujer en declaraciones al canal de noticias TN.
Además, Alejandra comentó que su sospecha también es que la nena está con una persona conocida.