El presidente instruyó a sus ministros para que no haya piquetes en los accesos a la Ciudad; habrá refuerzo de policías y gendarmes.
Macri fue tajante ayer ante sus ministros: «Debemos garantizar la libre circulación en las calles el día del paro para todos aquellos que quieran y puedan ir a trabajar por sus propios medios. En esto no vamos a aflojar».
En medio de la reunión de gabinete, el pedido del presidente fue una orden directa a todos su equipo y en particular a la titular de la cartera de Seguridad, Patricia Bullrich. Según fuentes oficiales, Macri se mostró muy firme en su decisión de no permitir que mañana, cuando se realice el paro nacional de la CGT, haya bloqueos y piquetes en diferentes puntos del país.
Pese a admitir ante sus ministros que resultará «imposible» garantizar el transporte porque los gremios impedirán que haya trenes, subtes y colectivos, lo que no quiere el Gobierno es frenar la circulación de vehículos para aquellos trabajadores que decidan concurrir a sus puestos de trabajo.
Los dichos del mandatario se dieron en paralelo a las amenazas del jefe del gremio de taxistas Omar Viviani quien convocó a los afiliados de su sindicato a «dar vuelta los coches» de los taxistas que no se adhieran a la medida de fuerza.
Con posibles cortes de agrupaciones de izquierda en algunos puntos de la Capital y alrededores, el Ministerio de Seguridad reforzará todas los accesos como la Panamericana, el puente Saavedra, el Puente Pueyrredón, el Puente Alsina y el Puente de la Noria. Así, habrá en esos centros clave de la ciudad mayor presencia de la policía Federal y de la Gendarmería.