La Corte Suprema de Brasil tomó una decisión que puede liberar a Lula

Tras el fallo del Tribunal Supremo el ex presidente debería ser liberado.

El Supremo Tribunal Federal de Brasil determinó que las penas de prisión no pueden empezar a ejecutarse antes de agotar todos los recursos legales. Esta decisión, tomada por seis votos contra cinco, debería dejar en libertad al ex presidente Lula Da Silva.

La defensa del líder del Partido de los Trabajadores aseguró que solicitará a la justicia brasileña la «liberación inmediata» del ex mandatario, aunque se desconoce aún cómo y cuándo se haría efectiva.

Lula está preso desde abril de 2018, purgando una pena de 8 años y 10 meses por supuesta corrupción, en aplicación de la jurisprudencia que determinaba que las penas deben empezar a cumplirse tras ser confirmadas solamente por un tribunal de segunda instancia.

«Una vez que conversemos con Lula este viernes, llevaremos al juez de ejecución de penas un pedido para su liberación inmediata, con base al resultado de ese juicio del Supremo Tribunal Federal (STF)«, informó en un comunicado el bufete Teixeira Martins.

Sin embargo, dado que un condenado en segunda instancia no puede ser candidato hasta ocho años después de cumplir la sentencia, la liberación de Lula no lo habilitaría electoralmente. Se espera no obstante que el STF modifique también esa norma.

Los partidarios de la modificación del Supremo Tribunal defienden la necesidad de respetar a ultranza la presunción de inocencia, en tanto que en los partidarios del statu quo hay un temor a una mayor impunidad de la criminalidad de cuello blanco. El recurso, aprobado después del voto del presidente del STF, José Antonio Dias Toffoli, permitirá a los tribunales examinar la situación de 4.895 personas, entre ellas el líder del PT.

Lula fue condenado como beneficiario de un apartamento en el litoral de Sao Paulo, ofrecido por una constructora a cambio de contratos en la petrolera estatal, en el marco de la causa Lava Jato.

El ex jefe de Estado denunció ser un «preso político», víctima de una manipulación judicial para impedirle presentarse a los comicios de 2018 que ganó Jair Bolsonaro. Su postura ganó fuerza cuando el presidente electo designó ministro de Justicia al juez Sergio Moro, autor de la primera condena contra el exmandatario.

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