Amigos, familiares y vecinos del joven asesinado en Villa Gesell se movilizan en Recoleta. El doloroso discurso de su madre.
La cuadra del barrio de Recoleta en la que Fernando Báez Sosa, asesinado a golpes este sábado en Villa Gesell, vivía con su mamá y su papá, colapsó de vecinos, amigos y familiares que se acercaron este jueves para pedir justicia en una causa que tiene a diez rugbiers de entre 18 y 21 años, imputados y detenidos. Se trata de una “protesta pacífica” con velas, flores y carteles alusivos.
“Quiero agradecer a todos por venir a acompañarnos en este momento. Estoy muerta en vida pero mi hijo me da fuerza para luchar”, dijo Graciela, mamá de la víctima, que salió a la puerta junto a su esposo Silvino y la novia del chico fallecido, Julieta Rossi.
“Espero que haya una ley que ampare a la familia. Es triste ir a reconocer a mi hijo. Cuando me dijeron la noticia el mundo se me derrumbó. Estoy muerta en vida, pero debo ser fuerte para que no le pase a otro chico. Amaba la vida y a nosotros Lo atacaron indefenso”, agregó.
“Estamos indignados, consternados y dolidos por el ataque brutal de estos muchachos. Es un síntoma de nuestra sociedad toda esta violencia“, aseguró Claudia Lugea, vecina y una de las organizadoras de la protesta. “Lo conocí de pequeño, era un chico estudioso. Su papá le exigía porque sabía que podía dar mucho. Estaba haciendo el CBC de abogacía. Era un chico muy bueno, saludaba a todos sus vecinos con un beso”, contó.
Algunas personas que pasan por el lugar se acercaron a solidarizarse con la familia y los vecinos.