Por decisión de Donald Trump, la nación norteamericana se sumó al grupo de países que cerró su espacio aéreo al modelo de aeronave que se estrelló en Etiopía el domingo pasado.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, cedió ante las presiones y ordenó suspender “inmediatamente” los vuelos de los aviones Boeing 737 MAX 8 y 9, tras el accidente del vuelo de Ethiopian Airlines en el que murieron 157 personas hace cuatro días.
“Todos esos aviones serán inmovilizados de manera efectiva inmediatamente”, aseveró el mandatario en la Casa Blanca. Explicó que tanto la Administración Federal de Aviación (FAA) como Boeing “están de acuerdo con la medida”, al tiempo que resaltó que las aeronaves de este modelo que estén en vuelo llegarán a su destino y quedarán entonces en tierra hasta nueva orden.
“Los pilotos fueron notificados, las aerolíneas fueron sido todas notificadas. Las aerolíneas están de acuerdo. La seguridad de las personas estadounidenses y de todas las personas son nuestra principal preocupación”, aclaró Trump.
Respecto a la empresa fabricante, indicó que “es una compañía increíble que está trabajando muy, muy duro” para encontrar una solución. “Esperemos que tengan rápido una respuesta“, exclamó.
Hasta hoy, Estados Unidos se mantuvo como uno de los pocos países que manifestaron su confianza a la empresa Boeing y permitía operar al modelo de aviones cuestionado.
En las últimas jornadas se aplicaron suspensiones en Canadá, Ucrania, Georgia, Irak y Líbano. El martes, la Agencia Europea de Seguridad Aérea (EASA, por sus siglas en inglés) anunció que suspendía “todas las operaciones de vuelo” de todos los Boeing modelo 737-8 MAX y 737-9 MAX en Europa, como medida de “precaución”.
Entre los países que acataron la medida se encuentran también Turquía, Etiopía, Malasia, Omán, Australia, Singapur, Vietnam, China, Indonesia, Kuwait, Emiratos Árabes Unidos (EAU) y Mongolia.