En marzo de 2012, Anton Pilipa desapareció de su casa en Canadá. Caminó sin rumbo durante años. Apareció en Manaos.
Anton Pilipa nació hace 39 años en Toronto, Canadá. Pero podría decirse que su historia comenzó a ser conocida hace pocos días, luego de que tras cinco años de búsqueda fuera encontrado caminando sin rumbo a más de 10 mil kilómetros de distancia de su hogar: en el Amazonas.
Anton fue reportado desaparecido en marzo de 2012. La Policía de Toronto aceptó esa condición luego de que pasaran días sin que su familia supiera nada sobre su paradero. Comenzó un desesperado rastreo que terminó en Manaos, Brasil. Al momento de la denuncia, el hombre sufría una enfermedad mental.
Su hermano Stefan fue a buscarlo hasta ese estado brasileño. Según explicó, cree que Anton sólo comenzó a caminar y a hacer auto-stop hasta llegar a este lugar: no contaba con dineron en efectivo ni con tarjetas de crédito que pudieran ayudarlo a abordar un avión.
Incluso es probable que tampoco tuviera zapatos y que haya caminado descalzo gran parte de los cinco años. El lunes pasado la familia finalmente logró reunirse en Toronto, luego de que todos lo dieran por muerto.
«Sabía que no pertenecía a ese camino. Anton es diferente a nosotros los brasileños. Pensé: si es canadiense, seguro puedo encontrar a su familia», dijo un agente. Finalmente, logró contactar a Stefan, quien quedó conmovido por la naturaleza del llamado.
El hombre de 39 años, aturdido y sin entender bien qué ocurría, fue internado en un hospital a la espera de recuperarse y ser recogido por sus familiares. Pero volvió a escapar. Esta vez para adentrarse en la jungla.
Nuevamente lo hallaron y volvieron a hospitalizarlo. Su hermano ya estaba en camino para llevárselo de regreso a su país.
El lunes, cuando regresó a su hogar, Anton fue llevado por la policía a prisión, donde estuvo algunas horas. Deberá enfrentar un juicio por un asalto a mano armada ocurrido en enero de 2012, meses antes de que desapareciera. Ya tenía problemas mentales. La familia está, igualmente, feliz. Saben que su hermano, su hijo, está de vuelta.