Un ministro suyo promovió en la Junta Electoral que la ex presidenta quedara como la única postulante. El gobernador busca frenar la confrontación con la ex presidenta.
En la previa a la resolución de la Junta Electoral que bajó la lista de Ricardo Quintela por la presunta falta de los avales requeridos para participar en la elección, de los 15 miembros de ese cuerpo se daba por hecho que la mayoría estaba alineada con Cristina Kirchner salvo la riojana Hilda Aguirre de Soria y la puntana María Eugenia Catalfamo. Tampoco se contaba del lado de la ex presidenta a Gabriel Katopodis, que responde a Axel Kicillof, en medio del quiebre de la relación del gobernador con su mentora política.
El ministro de Infraestructura bonaerense no sólo estuvo de acuerdo con que quedara oficializada únicamente la lista encabezada por Cristina sino que fue el primero en pedir una moción para rechazar y condenar los argumentos esgrimidos por Quintela en contra de la resolución que lo inhabilitó para competir por no haber reunido los avales requeridos.
“No podíamos permitir una denuncia infundada en la que se hablaba de proscripción, de arbitrariedad. Es injusto, desmedido y violento. Tampoco que se judicialice el proceso. No existió ninguna proscripción. Ni siquiera vinieron a chequear qué documentación faltaba”, contaron cerca de Katopodis. También avaló esa postura la legisladora bonaerense Viviana Guzzo, otra integrante de la Junta Electoral del sector de Kicillof.
“Gabriel fue la voz cantante. No estaban las dadas las condiciones y tenemos que respetar la institucionalidad. No fue un invento que no estaban los avales para Quintela. No nos estamos lavando las manos, en ningún momento lo hicimos, aunque digan eso”, ratificaron del lado del gobernador, predispuesto a bajar la confrontación con Cristina Kirchner.
Kicillof resistió la presión para que se pronunciara sobre la postulación de la ex presidenta para conducir el PJ y había pedido evitar la elección con un acuerdo que contemplara a Quintela y al resto de los gobernadores. En el Instituto Patria lo tomaron como una afrenta y acusaron al ex ministro de Economía de respaldar el desafío del mandatario riojano.
“No apoyamos la candidatura de Quintela, no lo ayudamos. Ya no sabemos cómo decirlo”, tomaron distancia en La Plata, y también cuestionaron la apelación del riojano ante el juzgado con competencia electoral a cargo de María Servini para revertir la resolución de la Junta Electoral.
«Que se termine este proceso»
“La judicialización es más mugre que no aporta nada. ¿Toda esta pelea de qué nos sirve a los que estamos gestionando? No queremos este enchastre, que lo único que hace es favorecer a Milei”, cuestionaron desde la sede de la gobernación, con una postura favorable a que se declare a Cristina Kirchner como jefa del peronismo: “Ya está, basta. Que se termine este proceso”.
Del lado de la ex presidenta relativizaron la postura de Katopodis en la Junta Electoral. En parte lo consideraron como un gesto para que no escalara el conflicto, aunque desestimaron que alcance para facilitar un acercamiento. “Al menos no profundizó el conflicto”, concedió uno de los dirigentes involucrados en la pelea partidaria.
“No hay de parte de él una manifestación expresa. Ya no tenemos interés. Lo que hizo Katopodis en la Junta fue algo lógico”, fue menos contemplativo otro referente del círculo más cercano a Cristina.
“Néstor y Cristina demostraron que podemos ser un país federal con industrias, universidades, cultura, con sueldos que lleven dignidad a las familias. Cuando uno mira todo eso y lo que vino después, no se entiende y genera dolor que haya compañeros que no la acompañen o miren para otro lado, cuando sabemos además que el Poder Judicial le prepara una condena», le dedicó Wado de Pedro este martes en el lanzamiento de la mesa “Cristina Presidenta” en Avellaneda.
Con el propósito de recomponer la relación, Kicillof insiste con diferenciar a la ex presidenta de La Cámpora y atribuye el conflicto al propio De Pedro y a Máximo Kirchner. “Son los que le habían dicho a Quintela que caminara para ir al PJ y después no lo llamaron para acordar y echaron leña al fuego. Para acá no miren, no fuimos nosotros”, se desmarcaron en La Plata.
En la gobernación bonaerense confiaron en que pasado un tiempo podría bajar la tensión, al menos hasta la próxima puja por el armado de las listas para las legislativas. “Hay que cerrar este capítulo del que nadie sale bien parado y tender puentes para por lo menos acercar posiciones. Compartimos la gestión y buena parte del trabajo de Cristina en el PJ lo tiene que hacer con la provincia. Ella y Axel se necesitan mutuamente”, planteó un integrante del gabinete de Kicillof.