Cristina Kirchner volvió a cargar contra la Corte tras el fallo del juez federal Sebastián Ramos por la causa contra el secretario de Horacio Rosatti, uno de los titulares del tribunal supremo.
Cristina Kirchner volvió a apuntar contra el Poder Judicial y salió a cuestionar un fallo del juez federal Sebastián Ramos, quien cerró la causa contra Silvio Robles, el secretario del juez de la Corte Suprema de Justicia Horacio Rosatti, por la violación a los derechos civiles, entre ellos el de la intimidad que supone hacer una denuncia en base a chats obtenidos ilegalmente.
Se trata de la causa por los supuestos chats filtrados con Marcelo D’Alessandro, el ministro de Seguridad y Justicia porteño con pedido de licencia, que se ventilaron a través de un sitio web hace unas semanas. La vicepresidenta tomó el fallo y lo usó para cargar contra la Corte y comparar la situación con la causa por el Memorandum de Irán.
«La mafia mediática-judicial, la impunidad y el absurdo jurídico a cielo abierto. Es hora de despabilarse y advertir que están conduciendo a las instituciones hacia un callejón sin salida», comenzó con un hilo de Twitter.
Cristina siguió: «En el año 2016 en Comodoro Py los Camaristas de Casación Hornos y Borinsky reabrieron la causa Memorándum con Irán, que había sido sobreseída… ¡2 veces! Lo fundamentaron en “una escucha ilegal”, metieron preso a Zannini y le prohibieron a Timerman tratarse de un cáncer en EEUU».
«Ahora en 2023, el Juez Ramos de Comodoro Py en 20 días rechazó la denuncia contra Silvio Robles, que arreglaba fallos de la Corte en chats con D’Alesandro, Mtro. de Seguridad CABA, diciendo que no podía ser imputado de delito porque la denuncia se apoyaba en una escucha ilegal», agregó la ex presidenta.
Además, la vicepresidenta aprovechó y cargó contra el fiscal Carlos Stornelli, quien intervino en el expediente. Ocurre que el magistrado centró su decisión en el voto en minoría de Ana María Figueroa, una jueza cercana al kirchnerismo, que había rechazado la reapertura de la causa Irán por utilizar «inteligencia ilegal». Fue un golpe a la estrategia que tiene el Frente de Todos ante la procedencia de los chats.
Ramos consideró que debía archivarse el expediente porque las comunicaciones que involucran a D’Alessandro fueron obtenidos a través de espionaje ilegal. «No pueden ser admitidas bajo ningún concepto como parte de un juicio respetuoso del debido proceso, pruebas o testimonios que hayan sido obtenidos, como a esta altura puede observarse, mediante maniobras organizadas basadas en actividades de inteligencia ilegal», sostuvo el juez.
«El juez debe velar porque no haya injerencias arbitrarias o ilegales en la vida privada de las personas sin razón que lo justifique», planteó el magistrado en el escrito y agregó que de ninguna manera el Estado ni otros actores deben inmiscuirse en la «vida privada de forma ilegal».
La decisión de Ramos tiene alto impacto en el mundo de la política y en el juicio político que el Gobierno impulsa contra la Corte Suprema de Justicia. Una de las acusaciones que el oficialismo quiere discutir en la Comisión de Juicio político son las comunicaciones entre Robles y D’Alessandro. Con este fallo esa prueba quedaría al menos desprestigiada ya que fue obtenida de manera ilegal.