Volosin: “Es ingenuo pensar que una causa penal cambiará un sistema de hace 200 años”

La abogada especialista en corrupción opinó sobre el fallo dictado por el juez Bonadio quien procesó a la ex mandataria Cristina de Kirchner.


Tras el fallo del juez Claudio Bonadio que procesó a la ex presidente Cristina Fernández de Kircherner, otros ex funcionarios y hasta a empresarios, la abogada especialista en corrupción Natalia Volosin declaró que no la sorprendió porque “fue bastante anunciado”.

Pese a ese pensamiento, Volosin destacó que si bien es una causa “bastante importante que viene a mostrar lo que algunos sostenemos hace muchos años y es que Argentina tiene un problema de corrupción estructural y que no empezó con el kirchnerismo”, muestra esa parte de esta historia pero que “siempre ha funcionado de esa manera” ya que la corrupción involucra a los políticos, pero “también a empresarios, medios de comunicación y operadores del Poder Judicial”.

Haciendo un análisis de los años que en el país padeció la corrupción la abogada lo calificó como “la máquina de la corrupción” que se mueve entre dos modelos ideales que son “extremos opuestos”. “Uno de los modelos es el de la captura de Estado, un sistema en el que los privados tienen mayor poder relativo sobre los políticos en el que le pagan para acceder a pre ventas, privilegios, contratos”, explicó en diálogo con Ventana Abierta por FM Milenium.

Para Volosin, la historia Argentina “funcionó así” hasta el período de Carlos Menem. “En el menemismo empieza a moverse hacia el otro extremo, la cleptocracia. Y en el kirchnerismo claramente está en ese extremo”, precisó y agregó: “En la cleptocracia el poder se invierte. Los que tienen mayor poder son los políticos. Lo que creo que hizo Néstor Kirchner fue querer ser su propio empresario, no tener solo el poder político sino el económico”.

“Empiezan a aparecer no solo los esquemas de extracción de coimas, sino la causa de Austral Construcciones, donde aparecen empresarios que no eran y que en realidad representan el propio poder político”, explicó.

Por otro lado, consultada si a raíz de las series de investigaciones finalmente de a poco se va por el lado del final de la corrupción señaló que en realidad “el mecanismo presupone algo que ocurre durante una etapa. A la máquina de la corrupción no le interesa el apellido del Presidente, ella sigue ahí, no se fue el 10 de diciembre de 2015”.

“No creo que esto vaya a terminar con esta máquina, es un sistema y no se resuelve sacando unas manzanas podridas, porque lo que está en malas condiciones es el cajón, la estructura”, afirmó y puntualizó que “pensar que una causa penal va a cambiar un sistema que viene conformándose hace 200 años sería una absoluta ingenuidad”.

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