Tras 580 días en la cárcel, Lula da Silva quedó en libertad

Beneficiado por un fallo de la Corte de Brasil, el ex presidente salió de prisión y fue ovacionado por miles de seguidores.

El ex presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva​ abandonó este viernes la cárcel donde cumplía una condena por corrupción desde hacía 1 año y 7 meses en la ciudad de Curitiba (sur), tras una decisión de la Corte Suprema.

El líder histórico de la izquierda dejó la sede penitenciaria con una sonrisa y fue rodeado por una multitud de partidarios que lo aclamaba. ​“¡Lula libre!¡Lula libre!”, exclamaban sus seguidores. El ex mandatario, vestido con traje oscuro, fue directo hacia ellos tras abrazar a algunos de sus familiares en la puerta del edificio policial.

“Queridos compañeros y queridos compañeras, ustedes no tienen dimensión del significado que tiene para mi estar junto con ustedes“, fueron las primeras palabras de un emocionado Lula a sus militantes, que lo esperaban desde hacía horas.

“Conversé la vida entera con el pueblo brasileño. Durante 580 días ustedes gritaron buen día buena tardes buenas noches Lula. Ustedes eran el alimento de la democracia. Salgo de aquí a los 74 años con un corazón en el que solo hay espacio para el amor, el amor va a vencer en este país“, agregó el ex jefe de Estado.

Durante su discurso también criticó al ex juez Sergio Moro, quien lo condenó en primera instancia y que ahora es ministro de Justicia del gobierno de Jair Bolsonaro.

La excarcelación de Lula fue solicitada por su defensa, en base a un fallo adoptado la noche del jueves por la máxima corte del país, que, en una ajustada votación por 6 a 5, determinó que la prisión de una persona condenada antes de que se agoten todos los recursos es inconstitucional.

La decisión del máximo tribunal de justicia debe llevar a examinar la situación de unas 5.000 personas. No todas serán sin embargo liberadas, porque los casos de mayor peligrosidad tendrían dictada prisión preventiva.

El pasado 7 de abril del 2018, Da Silva recibió una pena de ocho años y diez meses por ser encontrado culpable de recibir a manera de soborno un apartamento de playa de la constructora OAS a cambio de beneficios para la adjudicación de contratos con Petrobras.

Pero el ex sindicalista metalúrgico niega los cargos y se considera víctima de una manipulación judicial para impedirle presentarse a los comicios presidenciales de 2018, en los que resultó elegido el ultraderechista Bolsonaro. Su postura ganó fuerza cuando Bolsonaro designó ministro de Justicia al juez Sergio Moro, emblema de la operación anticorrupción Lava Jato y autor de la primera condena contra el expresidente (2003-2010).

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