El Ministerio Público Tutelar Porteño incorporó una nueva metodología que busca contener emocionalmente, mediante el contacto con canes, a las víctimas y testigos de violencia. Este Golden Retriever de cinco años es el primero.
Por primera vez, el Ministerio Público Tutelar implementó el programa “Perros de Terapia para Asistencia Judicial”. Este procedimiento tiene como objetivo emplear perros de asistencia para apoyar a niños, niñas y adolescentes durante sus declaraciones en la sala de entrevistas especializadas.
Carlos Agudo es funcionario del Ministerio Público y entrenador de Titán, un Golden Retriever de cinco años, que fue adiestrado especialmente para esta tarea. “Es un perro que viene trabajando en centros terapéuticos con chicos con discapacidad. Fue seleccionado con ese objetivo. Lo eduqué y adiestré para esto”, explicó Agudo en Será justicia.
Según el Ministerio, el programa busca “crear un entorno amigable” para que los niños y adolescentes puedan declarar “en un ambiente adecuado y pensado para ellos” y que eso “sea el comienzo de una reparación y no una revictimización”. Mejorar el sistema de protección integral para disminuir las sensaciones de angustia y ansiedad que pueden producirse al realizar este tipo de declaraciones.
“Nos ha pasado de adolescentes que venían con capuchas y con el pelo en la cara. Y de estar en contacto con él ya se sacan la capucha, se sonríen. Empiezan a contar sobre sus mascotas. Entonces, ya se vincula con el licenciado que va a tomar su declaración. Rompen el hielo”, comenta Carlos Agudo.
La metodología abarca el acompañamiento del perro tanto en la instancia previa como la instancia posterior a la declaración del niño, niña y adolescente durante la Cámara Gesell.
“No hay un tiempo estimado, sino el tiempo que necesite el niño en esa instancia”, resume Agudo.
El programa solo se lleva a cabo en la zona de Capital Federal. “Tuvimos contacto desde distintas provincias, distintos organismos que intentan conocerlo y replicarlo”, cuenta el entrenador de Titán. Además, fue puesto en marcha luego de la investigación de su funcionamiento en otros países como: Estados Unidos, Canadá, España y Chile.
“Esa contención, esa empatía que tienen naturalmente estas razas que son muy sensibles. Ahora estamos buscando adiestrar a un labradoodle que no tienen alergia. Para no privar a los chicos la posibilidad de vincularse con un perro si son alérgicos”, cierra Agudo.
