La nave «Admiral Grigorovich», de la flota rusa del mar Negro, se dirige a la base de Tartús, en Siria.
Rusia trasladó a una de sus fragatas con misiles en el mar Mediterráneo hacia la base militar rusa de Tartús, en la costa siria, después de que Estados Unidos bombardeara un aeropuerto militar sirio, informó hoy en Moscú la agencia Tass citando a fuentes del Ejército.
Estados Unidos bombardeó anoche un aeropuerto militar sirio con misiles de crucero lanzados desde dos buques en el mar como represalia a un ataque presuntamente con gas tóxico contra una ciudad siria controlada por los rebeldes, el martes.
El Consejo de Seguridad ruso, presidido por el presidente Vladimir Putin, calificó la operación estadounidense como un acto agresivo. En respuesta a la acciones ordenadas por Trump se decidió enviar a la fragata «Admiral Grigorovich», de la flota rusa del mar Negro, fue utilizada anteriormente en un ejercicio conjunto con la Marina turca.
Siria y Rusia niegan que se produjera un ataque con armas químicas y explican que se trató de un ataque sirio que alcanzó un depósito de gas de los rebeldes.
El presidente ruso Vladimir Putin consideró que el bombardeo estadounidense es una «agresión contra un Estado soberano» basado «en pretextos inventados».
«Esta acción de Washington causa un perjuicio considerable a las relaciones entre Estados Unidos y Rusia, que ya están en un estado lamentable», dijo el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
Moscú también indicó que reforzará las defensas antiaéreas sirias.