A la espera de lo que decida Conmebol tras el pedido de Boca, en caso de que sea rechazo, el conjunto de la Ribera estaría dispuesto a jugar el último encuentro de la final de la Copa Libertadores.
Conmebol decidió que la final se juegue entre el 8 y 9 de diciembre, pero sin confirmación de sede, aunque sí dejó en claro que no sería en Argentina. Boca no sólo se niega a jugar, sino que además, pidió la descalificación de River. Por su parte, el Millonario hizo su presentación y el presidente, Rodolfo D’Onofrio le exigió a su par, Daniel Angelici, que se presente a jugar el encuentro.
Entre tantas idas y vueltas, y sin confirmaciones concretas, ante la posibilidad de que el partido finalmente se finalice dentro del campo de juego, en las últimas horas fueron apareciendo diversas ciudades que se postulan para albergar uno de los encuentros más seductores futbolísticamente hablando.
En primera instancia Conmebol propuso que se dispute en Asunción, luego apareció y con mucho peso la propuesta de Doha, Qatar, pero en las últimas horas este lugar fue perdiendo terreno y no sólo el Génova de Italia se postuló, y se rumoreó Miami, sino que también se nombraron Río de Janeiro (estadio Maracaná), Belo Horizonte (el Mineirao), Porto Alegre y hasta el mismo alcalde de Medellín ofreció al Atanasio Girardo.
Ahora quien aparece en la lista y con mucha fuerza para que finalmente sea la sede, propuesta por la misma FIFA, es el Santiago Bernabéu del Real Madrid, y como otra alternativa se sumó el Camp Nou del Barcelona.
Por ahora, son muchos lugares, pero hay que esperar a la decisión que tomará la Conmebol tras el pedido de Boca de pedir los puntos y descalificación de River, sumo al propio descargo que realizó el conjunto millonario.
Previo al encuentro que tendrá que disputar el xeneize el fin de semana por la Superliga ante Independiente, Angelici se acercó al predio Pedro Pompilio donde charló con el cuerpo técnico y jugadores. Allí, si bien se retiró sin realizar declaraciones ante la prensa, el Presidente le habría propuesto a sus jugadores que, en caso de que la Confederación rechace el pedido, jueguen finalmente el último partido de la final de la Copa Libertadores.
