Las fisuras del Frente de Todos, nuevamente en el centro de la escena

La nueva embestida de Berni contra Frederic se suma a la disputa entre Máximo Kirchner y Gray por la presidencia del PJ bonaerense. Fernández dejó trascender su enojo e insiste en abogar por la «unidad» en un año electoral.


Por Emiliano Rodríguez para NA.

El Gobierno dejó trascender su malestar por el exabrupto de Sergio Berni en ocasión del hallazgo de la pequeña M. sana y salva en Luján, donde el ministro de Seguridad bonaerense renovó su «interna» de larga data con colegas de la cartera nacional.

Berni cargó nuevamente contra la ministra Sabina Frederic y el secretario de Seguridad, Eduardo Villalba, para dejar una vez más expuestas las fisuras que existen en el Frente de Todos (FdT), al menos en esa materia, en momentos en los que la Casa Rosada aboga por la «unidad» del espacio en este año electoral.

Si bien después del incidente surgieron versiones de renuncia del funcionario provincial, Berni se mantendrá en el cargo, tras ser ratificado por el gobernador Axel Kicillof, que lo considera una pieza clave en su «plan integral» para abordar la problemática de la inseguridad en el principal distrito del país.

«Son como el agua y el aceite», dijeron a NA fuentes de la Gobernación bonaerense con relación a la abierta disputa que mantienen Berni y Frederic, en tanto indicaron que ya en ocasiones anteriores Kicillof había hablado con su ministro para que bajara los decibelios. ¿El objetivo de esas charlas?, evitar alborotos políticos innecesarios.

En Luján, en medio de un momento incluso de celebración tras el hallazgo de M. después de dos días y medio de intensa búsqueda, Berni renovó su embestida contra la titular de la cartera de Seguridad nacional y apenas un rato más tarde voceros de la Casa Rosada dijeron a la prensa que Fernández estaba «más que enojado» por el derrape del funcionario provincial.

Frederic, por su parte, recibió el respaldo del Gobierno y en el epílogo de esa agitada jornada de jueves, el presidente brindó un discurso por cadena nacional (extraño), quizá en un intento por desviar la atención tras el incidente matutino o bien para restarle protagonismo al ex jefe de Estado Mauricio Macri, que esa misma noche presentó un libro.

Sin ofrecer mayores precisiones, Fernández habló de vacunas y de una eventual segunda ola de la pandemia de coronavirus en la Argentina, donde por estas horas se cumple un año del comienzo del Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio (ASPO) dispuesto por el Poder Ejecutivo a partir del 20 de marzo de 2020, en busca de contener el avance del brote de Covid-19.

En este contexto, el Gobierno «festejó» este sábado que más de 2,47 millones de argentinos ya recibieron la primera dosis en la campaña de vacunación que se lleva adelante, una cifra que se ubica por encima de los 2.234.913 infectados registrados en total en el país (según datos oficiales del viernes pasado).

La provisión de vacunas se ha constituido en la actualidad en una de las principales preocupaciones de la Casa Rosada, que también se propuso como misión clave en este año electoral preservar la unidad del FdT. Por ese motivo, episodios como el que protagonizó Berni provocan «ruido» interno.

El regreso de Macri

También incomoda en el Gobierno la pulseada que libran por la presidencia del PJ bonaerense el diputado Máximo Kirchner y Fernando Gray: el intendente de Esteban Echeverría no da el brazo a torcer en su ambición de volver a comandar ese espacio y llevó a la Justicia su disputa con el líder de La Cámpora.

Se trata ésta de otra incisura que queda en evidencia en el seno del FdT, como las tensiones internas que terminaron por desgastar a la ahora ex ministra de Justicia y DD.HH. Marcela Losardo, que será reemplazada en el cargo por el kirchnerista de última hora Martín Soria.

En este sentido, la salida de Losardo y el desembarque de Soria permiten leer entre líneas que el avance de las causas contra Cristina Fernández de Kirchner en la Justicia por presuntos actos de corrupción tal vez genere cierta intranquilidad en la vicepresidenta y su entorno.

A todo esto, el ex mandatario Macri lanzó su libro «Primer tiempo» y se zambulló en la campaña electoral 2021, que promete ser polarizada una vez más y con discursos antagónicos por parte de las dos principales fuerzas políticas del país: el FdT, en su rol de oficialismo, versus Juntos por el Cambio.

En el macrismo, aseguran que el ex presidente se encargará de «acompañar» a candidatos del espacio en distintas regiones de la Argentina, por lo que el líder del PRO planea regresar a la acción en la arena política más de un año después de la culminación de su cuestionada gestión en la Casa Rosada.

Encuestas de alcance nacional muestran que Macri se ubica en la actualidad entre los dirigentes con peor diferencial de imagen (entre positiva y negativa) del país, junto con Cristina y su hijo Máximo. Al tope de esa nómina continúa ubicándose el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta.

De cualquier modo, en las últimas semanas la ciudad de Buenos Aires también comenzó a ser golpeada por hechos de inseguridad: el asesinato de un ex policía en Barracas, el intento de robo con tiroteo incluido a otro uniformado en Parque Chacabuco y una serie de actos delictivos en cercanías del shopping Alto Palermo se destacan entre los incidentes más recientes.

En un año electoral como 2021, la seguridad se convertirá en uno de los ejes de la campaña y en el ámbito de la provincia de Buenos Aires, donde el aumento de la delincuencia preocupa cada vez más a los vecinos, se espera un intenso debate político al respecto, motorizado probablemente por referentes de JxC, como la titular del PRO, Patricia Bullrich.

Así lo deslizaron a NA fuentes de la Gobernación, que dijeron que los índices vinculados con el delito aún se ubican, de todos modos, por debajo de los niveles anteriores a la pandemia.

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