La secuestraron en 1995 y se reencontró con su mamá por Facebook

María Fernanda era una niña de 4 años cuando se la llevaron del jardín de su casa por una venganza narco.

Una joven se reencontró con su madre luego de 24 años tras haber sido secuestrada en 1995 cuando tenía 4 años y se encontraba jugando en el jardín de su casa, en la ciudad bonaerense de Marcos Paz, por una venganza narco contra su abuelo paterno. A su vez, las personas que se la llevaron luego la vendieron a otra familia.

“Fue un ajuste narco entre mi abuelo paterno y las personas que me secuestraron”, detalló María Fernanda, mientras que contó que ocho meses después de que se la llevaran, su padre y su abuelo fueron detenidos acusados de integrar una banda que asaltaba comercios y traficaba droga.

En la actualidad, la joven vive en Rosario y se puso en contacto con su mamá biológica por un video que la mujer subió al Facebook en el que contaba la historia y pedía información sobre el paradero de su hija.

Allí, la madre de María Fernanda manifestó: «Hola hija, quiero que sepas que te sigo buscando, te arrebataron de mi vida cuando tenías 4 años, ahora tenés 28, naciste el 4 de enero de 1991 en el hospital Vélez Sarsfield, tal vez te sientas identificada con la foto que voy a poner, te pareces mucho a mí, y a tus tíos».

«Tu nombre verdadero es Marina Fernanda Aragunde, te decían Culi, ese era tu apodo, y tú tía Andrea es tu madrina, le decías Andy, tu papá se llama Fernando, tu abuelo paterno Horacio, tu abuela materna Elsa, pero le decías Mecha y tú abuelo materno Jorge, le pido a Dios que me estés buscando, y que tengas recuerdos, porque es imposible que te olvides, eras muy despierta y tenías mucha memoria», continuó.

De esa manera, madre e hijo lograron reencontrarse: «La primera vez que la vi fue demasiado fuerte, estaba sentada en bulevar Oroño frente al instituto y la vi venir caminando y es como que se te completa el alma y son recuerdos que te vienen», relató la joven, y agregó: «No me acordaba de ella, se me venían formas de los cuerpos pero no las caras, pero sí la reconocí cuando le vi las manos, el roce de la piel, fue muy fuerte».

«La vi por primera vez a principios de abril en un grupo de Facebook «¿Dónde estás?», hablo con ella por privado, y le empiezo a brindar un montón de datos que ninguna persona del mundo puede conocer más que yo», reveló María Fernanda.

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