El Sumo Pontífice pidió por fin a la “crisis política y humanitaria que oprime al pueblo venezolano” e hizo un llamado de paz para Siria.
El Papa Francisco ofició la misa del Domingo de Resurrección en la Plaza de San Pedro en el Vaticano. Ante una multitud, pronunció el mensaje “Urbi et Orbi”.
Tras dar su bendición, el Sumo Pontífice hizo un pedido de “suplica” por la situación de Venezuela. “Suplicamos frutos de consolación para el pueblo venezolano, el cual, como han escrito sus Pastores, vive en una especie de tierra extranjera en su propio país”, pidió por la situación que atraviesa el país por el régimen de Nicolás Maduro.
Además, también pidió “la detención inmediata al exterminio” que se está llevando a cabo en Siria. “Que se respete el derecho humanitario y se proceda a facilitar el acceso a las ayudas que estos hermanos y hermanas nuestros necesitan urgentemente, asegurando al mismo tiempo las condiciones adecuadas para el regreso de los desplazados”, agregó.