El Gobierno refuerza sus lazos con el régimen cubano y le aporta ayuda humanitaria

Con la mira en la negociación por la Celac, el secretario Neme visitó la isla en misión comercial; preparan un plan de asistencia desde Cascos Blancos.


Por Jaime Rosemberg para La Nación.

Dos meses después de las masivas e inéditas protestas contra el régimen cubano, que obligaron a tímidos cambios políticos y económicos en la isla, el gobierno de Alberto Fernández refuerza su apoyo a la gestión de Miguel Díaz Canel. Ocurre a dos semanas de la votación, en México, en la que Argentina se quedaría con la presidencia de la Celac.

El reciente paso del secretario de Relaciones Económicas Internacionales de la Cancillería, Jorge Neme, por Cuba, y la inminente llegada a la isla de un avión Hércules con alimentos y medicinas coordinados por la organización Cascos Blancos desde Buenos Aires, representan dos pasos en el objetivo de “profundizar los vínculos con los países de Centroamérica y el Caribe”, según explicó la cancillería que encabeza Felipe Solá.

Dentro de dos semanas, Fernández tiene previsto viajar a México para la reunión de la Celac, un organismo de 33 países que intenta ser una “competencia progresista” de la OEA, y en la que no participan ni Estados Unidos ni Canadá. Con el apoyo inicial de Nicaragua, Venezuela y Cuba, el presidente de San Vicente y las Granadinas, Ralph Gonsalves, presentó una candidatura alternativa, pero en la Cancillería dan por hecho que esa postulación “se desinfló” porque “ahora sólo lo apoya Nicaragua, que está peleado con todo el mundo”. Cuba, por cierto, sería uno de los apoyos asegurados para que Fernández lidere esa organización regional a partir de 2022, mientras desde Cancillería suman adhesiones recientes, como Haití y Belice, miembros de la Caricom que nuclea a países del Caribe. Por lo pronto, fuentes oficiales aseguran que el nuevo presidente de la Celac será resultado del “consenso entre los presidentes” durante el cónclave.

Fuentes diplomáticas afirmaron que las gestiones de Neme, que estuvo desde el 26 al 31 del mes pasado en Cuba, fueron “eminentemente comerciales” con el objetivo declarado de ayudar a Cuba a “fortalecer la soberanía alimentaria y sustituir importaciones”, a través de “la transferencia de conocimientos, métodos de siembra directa, genética y tecnología”, según se informó en el comunicado oficial. El canciller cubano Bruno Rodríguez Parrilla, el ministro de Agricultura, Ydael Jesús Pérez Brito, y el viceprimer Ministro, Ricardo Cabrisas Ruiz, fueron algunos de sus interlocutores.

En el texto se recalcan los “vínculos históricos” entre ambas naciones, sin menciones a las masivas protestas de mediados de julio en favor de una apertura política, económica y social en la isla, reprimidas con energía por el gobierno castrista. Protestas que, según el sitio ciberCuba.com, totalizaron 297 sólo en el mes de agosto, en base a un informe del Observatorio Cubano de Conflictos (OCC), un proyecto autónomo de la sociedad civil apoyado de la Fundación para los Derechos Humanos en Cuba. “No se profundizó en las protestas, tampoco en el bloqueo norteamericano a Cuba”, matizaron desde el Gobierno.

El segundo paso en ayuda “humanitaria” se dará a través de Cascos Blancos, organismo dependiente de la Cancillería que lidera Marina Cardelli, actualmente a la cabeza de un proyecto similar en Haití. “Vuelven de Haití, cargan el Hércules y van a La Habana”, contaron fuentes diplomáticas a cargo del operativo. “Contar con diplomáticxs que pongan el cuerpo y estén comprometidxs con el rol solidario que asume la Argentina en la política exterior es fundamental para llevar adelante misiones humanitarias”, escribió Cardelli ayer en su cuenta de Twitter.

A mediados de julio, y mientras las principales portadas de diarios del mundo daban cuenta de lo que ocurría en Cuba y condenaban a su régimen, el Presidente dijo en un acto público que “desconocía” los detalles del conflicto y los cuestionamientos de organizaciones de derechos humanos por la represión oficial a las protestas.

Horas más tarde, el embajador en Cuba, Luis Ilarregui, brindó su informe al Presidente y el canciller. “Coincidieron en que a la crisis alimentaria y la escasez de insumos se le sumó la pandemia”, aclaró entonces una fuente diplomática, que también enfatizó sobre el “rol de las redes sociales” como protagonista de las manifestaciones que sacudieron al régimen fundado por Fidel y Raúl Castro, que a través de Díaz Canel cumplió 62 años sin interrupciones en el poder de la isla.

Durante la pandemia, Ilarregui fue activo promotor del acuerdo con Cuba para “importar” sus vacunas. Recibió allí a la ministra de Salud, Carla Vizzotti y la asesora presidencial Cecilia Nicolini, quienes se reunieron con autoridades de salud del gobierno cubano para acelerar los pasos en ese sentido.

Destino elegido por Florencia Kirchner por sus problemas de salud y de su madre, la vicepresidenta Cristina Kirchner durante la gestión de Mauricio Macri, Cuba vuelve a reforzar sus lazos con Argentina.

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