El derby español terminó igualado 2-2 con goles de Suárez y Messi para los Culé, y de Cristiano y Bale del lado de los Merengues. Hubo muchas polémicas en el arbitraje de un clásico caliente.
En el marco de un imponente Camp Nou, el Barcelona y el Real Madrid igualaron 2-2 en un derby español que a pesar de que no se jugaba por nada concreto, regaló varias emociones y polémicas.
Más allá de que La Liga está definida y el Barcelona ya es el campeón, el equipo Culé persigue la meta de cerrar el torneo sin haber perdido ni un sólo partido. El Madrid, en búsqueda del tricampeonato en la Champions, no quería ser parte del festejo de su rival, por lo que no hizo el clásico «pasillo» de felicitación al equipo campeón.
Las emociones llegaron rápido: a los diez minutos, Luis Suárez abría el marcador para el Barcelona, mientras que Cristiano Ronaldo empataba para los Merengues cuatro minutos después. A partir de ese momento el Madrid mejoró y comenzó a dominar el partido.
En los últimos minutos de la primera mitad el ambiente comenzó a caldearse, patadón de Messi a Sergio Ramos incluido, y el Barcelona terminó quedándose con uno menos por la expulsión de Sergi Roberto.
En el segundo tiempo sería una vez más Messi el encargado de romper la monotonía del campeón español. El argentino definió de zurda tras una asistencia de Suárez (falta previa a Varane) para marcar el 2-1 y su gol número 26 al Madrid.
A falta de diez minutos llegaría el empate de Gareth Bale para poner cifras definitivas al encuentro.
El Barcelona consiguió de esa manera un gran paso para terminar invicto el torneo que lo consagró campeón (está a tres partidos de lograrlo), mientras que el Madrid cuidará lo mejor que tiene (Ronaldo salió por un golpe en el entretiempo) pensando en la final europea ante el Liverpool.
