Debe cumplir con el trámite de dejar sus huellas digitales; en un mensaje pidió a la militancia que no concurra a los tribunales.
Ayer, cerca de las 18, Cristina Kirchner dejó su chalet de El Calafate, acompañada por Diego Carbone, el jefe de la custodia, para dirigirse al aeropuerto internacional Armando Tola, de esta ciudad. Llegó al vuelo sobre la hora y, a diferencia de otros viajes, no embarcó como cualquier pasajero, ingresó por el sector VIP y evitó así fotos de su partida desde El Calafate.
Pidió a sus seguidores que no concurran a Comodoro Py para evitar provocaciones.
«Adelanté un día mi regreso a Buenos Aires. Bonadio, huellas dactilares e informe socioambiental mediante. La ley, los derechos, garantías constitucionales y… el sentido común, bien gracias», escribió Cristina en Instagram y agregó: «A esta altura del desastre económico y enchastre político que esta gente (por el Gobierno) ha causado, lo único que les queda es provocación».
