Crecen las internas en Desarrollo Social a la espera del desembarco de “Juanchi” Zabaleta

El reemplazante de Daniel Arroyo enfrenta demandas anticipadas de movimientos sociales oficialistas y opositores, La Cámpora y Juan Grabois.


Por Jaime Rosemberg para La Nación.

Movimientos sociales oficialistas que apenas disimulan su desencanto y miran de reojo al probable recién llegado. Agrupaciones no kirchneristas que se preparan para la “guerra”, y que planifican (al igual que los oficialistas) manifestaciones masivas en las calles. La Cámpora, dispuesta a seguir en el ministerio la pulseada que comenzó por el control de uno de los territorios más importantes del conurbano.

Mientras Daniel Arroyo aún no se despide formalmente de su cargo pero ya declara como candidato a diputado, las tensiones se acumulan en torno de Juan “Juanchi” Zabaleta, el aún intendente de Hurlingham y candidato puesto para reemplazar a Arroyo como ministro de Desarrollo Social ni bien sea confirmado por el Presidente.

Integrante probable del grupo de “intendentes ministros” en el que militan Jorge Ferraresi (Habitat) y Gabriel Katopodis (Obras Públicas), Zabaleta deberá mostrar, en los próximos días, la “muñeca” y el “equilibrio” que propios y extraños le reconocen a Arroyo, aunque los constantes tironeos y reclamos por el aumento (y control) de los planes sociales y la lucha por el poder interno entre las distintas parcelas de poder hayan determinado su salida. “Hay que generar debates y cambios estructurales y transformarlos en leyes y yo me veo siendo una de las voces del Presidente y colaborando en esa línea”, dijo hoy Arroyo a CNN radio, a modo de explicación de su salida del ministerio para ser el candidato número 12 en la lista de diputados del Frente de Todos en la provincia de Buenos Aires.

La explicación disimula las tensiones internas que el intendente de Hurlingham conoce bien en su trabajo territorial. “Arroyo es un buen tipo, pero está en un gobierno que ajusta y paga $12.200 por cada plan social. Los que más sufren ese ajuste son los pobres”, afirmó a LA NACION Eduardo Belliboni, líder del Polo Obrero, que junto a otras organizaciones piqueteras no kirchneristas (Barrios de Pie, MST y otras agrupaciones) ya decidieron movilizarse en los próximos días en reclamo de aumento de los planes Potenciar y su “universalización como en el caso de la AUH” para “que no lo manejen los punteros del PJ”.

Mientras la izquierda dura se muestra preocupada por la llegada de un intendente que “viene a golpear a los movimientos sociales como lo hizo el duhaldismo”, los integrantes de organizaciones oficialistas (Movimiento Evita, Somos Barrios de Pie, Corriente Clasista y Combativa) preparan una manifestación para el próximo 7 de agosto, día de San Cayetano. “Va a ser una manifestación oficialista con algunas críticas”, anticiparon desde esos movimientos, que tienen funcionarios en puestos destacados del ministerio como Emilio Pérsico (Evita) o Daniel Menéndez (Somos Barrios de Pie) pero que perciben de manera directa el creciente descontento social por la inflación, el desempleo y el frustrado retorno del IFE, que durante la pandemia abarcó a 9 millones de personas que recibieron $10.000.

En lo político, la decisión de unificar listas que bajó desde la Casa Rosada afectó la convivencia: enojados por la imposibilidad de ir con lista propia de concejales en La Matanza para no perder votos, miembros del Movimiento Evita (que también tiene a Fernando “Chino” Navarro como secretario de Relaciones Parlamentarias) arruinaron con una movilización el recordatorio a la “abanderada de los humildes” que el intendente Fernando Espinoza suele realizar en esa populosa localidad cada 26 de julio.

Además de los planes Potenciar, foco de conflicto entre intendentes y movimientos sociales, y la Tarjeta Alimentar (que Arroyo creó y aumentó y motivó la crítica directa de Pérsico y otros dirigentes), hay expectativa sobre la continuidad de la distribución de alimentos, repartido entre la camporista Laura Alonso (entrega dinero a las organizaciones sociales para que éstos los adquieran) y Pablo País, referente de los intendentes con militancia en San Fernando. “No sé si Juanchi tendrá problemas con La Cámpora. En Hurlingham se enfrentaron y después negociaron”, comenta otro veterano referente piquetero no oficialista, que elogia a Zabaleta y lo define como “hábil para surfear entre los distintos sectores del gobierno”. Los intendentes y movimientos sociales oficialistas todavía recuerdan que el ministro bonaerense de Desarrollo Social y camporista Andrés Larroque (a quien se mencionó como eventual reemplazo de Arroyo) afirmó semanas atrás que “la cultura del plan no va más en la Argentina”.

Otro de los sectores con los que deberá acordar es el de Juan Grabois, que a través de Fernanda Miño maneja el Registro de Barrios Populares (Renabap). El mismo Grabois dejó trascender días atrás su disconformidad por la “lentitud” de los trámites burocráticos para la concreción de mejoras en los 400 barrios acordados, antes de que varios de sus referentes no consiguieran lugares en las listas del FDT. “Creo que hemos hecho una gestión muy digna, hemos sostenido la paz social en un contexto de caída muy fuerte de la actividad económica el año pasado”, sostuvo Arroyo, mientras Zabaleta ya se prepara para heredar un ministerio pleno de intereses y sectores, muchas veces contrapuestos.

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