El precandidato presidencial se volvió a referir a la convocatoria al líder del Frente Renovador para formar un gran frente opositor. Además, cuestionó la economía de la Argentina al asegurar que se encuentra en “default encubierto”.
El precandidato presidencial Alberto Fernández cuestionó la economía de la Argentina al asegurar que se encuentra en “default encubierto” y volvió a referirse a la posibilidad de sumar al líder del Frente Renovador, Sergio Massa, para formar un gran frente opositor de cara a las próximas elecciones.
«A quien le toque llegar, va a encontrar un país muy parecido al del año 2003. Argentina es un país que está en default. Es un default encubierto porque el FMI dice ‘yo voy hacerme cargo de la deuda’, pero no se va a hacer cargo de la deuda, nos dio esto y ahora lo que quiere es cobrar. Argentina está en una situación de default encubierto», sostuvo Fernández en una entrevista en Radio 10.
Y continuó, en referencia al Gobierno: «Lo único que nos proponen es miseria y resignación y es falso. Ellos entienden que la Argentina da para 20 millones de personas y 20 millones que sobran, ellos lo entienden así. Creen eso. Lo único que le queda al Gobierno es profundizar el odio. El gobierno es el gran promotor de la grieta. El promotor y el único que se beneficia con esto».
En cuanto a la convocatoria a Sergio Massa para formar un gran frente opositor, el ex jefe de Gabinete manifestó: «He hablado muchas veces con él. Ahora la decisión está en él. Nosotros tenemos que empezar a preocuparnos por hablarle a la gente, por decirles lo que queremos hacer y darles tranquilidad».
Por otra parte, Fernández apuntó contra el fiscal Carlos Stornelli por no presentarse a declarar en los tribunales de Dolores: «Stornelli lo único que tiene que hacer es ir a declarar y punto. Sólo siento vergüenza por lo que hace, porque si él es inocente tiene que ir y declarar. Y tiene que dar explicaciones, porque la declaración indagatoria es el primer acto de defensa de una persona. Temo que no pueda dar explicaciones y que ese sea el problema».
En tanto, el ex funcionario opinó sobre el proyecto de ley de Interrupción voluntaria del embarazo: «Estoy convencido de que el aborto no es un problema religioso. Soy católico, no promovería un aborto, pero es un problema de los que no piensan como yo. Hay millones de planteos bioéticos que ponen en crisis la tesis de la Iglesia y no puedo hacer caso omiso a eso. El aborto antes de un problema moral o religioso es un problema de la salud pública, hay mujeres que se mueren por esto».
