El mandatario mantuvo una conversación con el titular de Moderna y tras no llegar a un acuerdo para el primer trimestre, solamente se espera por nuevos envíos desde Moscú.
La lucha por contar con las vacunas de diversos laboratorios del mundo continúa y Argentina tuvo su primer acercamiento con con el gigante norteamericano. En una conversación protagonizada por Alberto Fernández y el directivo Noubar Afeyan se hizo referencia al producto desarrollado con una fuerte inversión estatal y los resultados no fueron los esperados.
Según explicó Infobae, la comunicación entre las partes se dio por medio del empresario Eduardo Eurnekian y en la misma se finió que si bien Moderna puede vender sus vacunas aprobadas en Estados Unidos al país, las mismas recién llegarían a la Argentina en el segundo semestre ya que cuenta con otros compromisos comerciales.
La vacuna de este laboratorio recibió cerca de 1.000 millones de dólares de la Casa Blanca para la producción a gran escala y la misma es una de las pocas que se muestra efectiva en los grupos de riesgo de mayores de 60 años. Además, no genera tantas alertas como Sputnik V, que fue apuntada por las pruebas en Rusia y los pocos controles superados antes de ser comercializada.
En la charla no solo estuvo el presidente, sino que además participaron Ginés González García, ministro de Salud, Carla Vizzotti, secretaria de Salud, y Cecilia Nicolini, asesora del jefe de Estado. «La charla fue una aproximación, y si al final nos ponemos de acuerdo, las vacunas llegarían después del segundo trimestre», comunicaron de manera oficial.
Argentina avanza hacia un plan de respaldo, y el revés de Moderna se suma a que todavía no se cerró el contrato con la empresa china Sinopharm, que tampoco confirmó que se pueda aplicar en mayores de 60 años. Por otro lado, en el país temen que Sputnik V no llegue en el tiempo establecido o que la población de determinadas provincias resisten la posibilidad de usar la vacuna rusa.
Por esta situación, se comenzó a circular la idea de que ciertos gobernadores empezaron a evaluar la posibilidad de solicitar al Presidente la autorización para comprar vacunas por afuera del Estado, recibiendo una negativa. Esto tiene que ver con que el ejecutivo asegura contar con 51 millones de dosis y que «a nadie le faltará su vacuna».
